sábado, 4 de abril de 2015

EL FIN DEL PARADIGMA INDIGENISTA

¿Qué determina, las poses, y declaraciones vertidas por el principal representante del ahora derrotado Masismo, y que actualmente funge de Presidente de Bolivia?, el mismo que muy suelto de cuerpo, se cree con derecho de insultar y agraviar a todos quienes han participado de manera democrática, en contra de su preferencia?, con un discurso elemental, invariable y saturado, tildándo de derechistas, imperialistas, capitalistas, neoliberales, vende patrias, traidores, a todos quienes votaron en contra de su partido y en contra su propia personal campaña, de apoyo a sus, en muchos casos corruptos candidatos?.

En muchas oportunidades, nos ha tocado a nosotros como ciudadanos, enfrentarnos a actos de injusticia, generados por la actitud de personas, que pretenden llevar adelante sus caprichos e intereses, sin consideración alguna, en las que muchos de los que injurian, se encuentran prevalidos por ideas fijas incrustadas en sus mentes, las mismas que además, encuentran solidaridad en otros similares, haciendo todo un cuerpo de injusticia y dejándonos en la desolación más absoluta.

La elementalidad situada en las personas, parten de prejuicios o de creencias largamente adoptadas, sin un mínimo de crítica, los mismo que a cada logro, se afianza, aún más en dicha elementalidad; lo único que se opone a ésta, es la alta cultura, cultura cifrada en una también larga lectura, pero no cualquier lectura (leyendo y recitando enajenadamente citas de libros ya sean religiosos o ideológicos, que logran su objetivo de mayor fanatismo), sino aquella lectura variada que genera crítica, ya sea posponiendo o anteponiendo, pero crítica al fin.

En la medida que la cultura se incrementa, correlativamente también se acrecienta la sensibilidad, y en la medida en que ambas crecen, se desarrolla un alto nivel comunicativo, y de tolerancia hacia las divergencias y diversidades, generándose así el alto espíritu y amplia visión que determina la calidad del estadista, en aquellas personas que proyectan nuevas utopías.

Bolivia se place de haber contado con un gran estadística, el Dr. Victor Paz Estensoro, este personaje ha logrado ser la síntesis, de un momento histórico a la misma que supo proyectarlo, ha logrado con cuatro simples medidas, un cambio profundo en la Bolivia de entonces, la nacionalización y muerte de la rosca minero-feudal, el desarrollo de la integración nacional con la marcha al oriente boliviano, la reforma agraria y el voto universal. Precisamente este último aspecto ha posibilitado, que las grandes mayorías, denominados otrora, campesinos (y hoy denominados indígenas), se integren a la vida nacional con calidad de electores y elegidos.

La gran mayoría de este ser nacional situado en un 70 por ciento  de la población en el área rural (en épocas de la revolución), lo determinaban como sujeto marginal y sin determinación, dando cabida a paradigmas de inclusión y protagonismo de este ser, en el que hacer nacional, sus paradigmas, de AMA KELLA, AMA SUA, AMA LLULLA, irrumpían en todo el escenario nacional, como sinónimo de logro y de búsqueda contra la corrupción, generada supuestamente por, la derecha, los capitalistas, pro imperialistas, neoliberales, discriminadores y traidores, toda una lista de epítetos bien estigmatizados, pero jamás reflexionados .

Al final la mayoría se hizo carne, y la utopía del voto universal, tuvo su máximo logro, eligiendo como presidente de Bolivia, a Evo Morales Ayma, quien decidió finalmente refundar a la Nación, cambiándole su nombre, y dándole un matiz pluricultural, definiendo la supuesta alta diferenciación entre naciones, haciendo que nación sea sinónimo de minoritarios grupos étnicos, definidos en 36 y dominados por tan solo 2 (quechuas y aymaras), que a título de multinacionalidad, acapararon puestos de poder, dejando en la marginalidad a los restantes; todo esto acompañado de un fanatismo estrangulante, que hizo perder la noción del ser nacional, para mimetizarse en micro nacionalidades, haciendo alarde irónicamente de su antidiscriminación, y ninguneando a esta clase media crecientemente urbana y que cada vez se vuelve más mestiza, ya sea por su nueva adscripción y convivencia ciudadana en centros urbanos o por adopción de nuevos estilos de vida.

El paradigma indigenista fracasó; la República fue hecho añicos, la plurinacionalidad, afincada en trasnochadas ideas, pretendieron renegar de más de 500 años de historia, buscando pilares, en épocas del perdidoso imperio incaico, que se sumió en la desvergüenza del fácil sometimiento, desde, un monarca de piel y carne semejante conocido, a un monarca aún más poderoso, jamás visto, que vive allende los mares, y por lo tanto más idealizado, generando un correlato del súbdito aún más sometido.

Similarmente y para culminar este fallido intento, la idealización de un presidente indígena, como máximo logro del voto universal, finalmente se ha logrado; pero también y con ello hemos descorrido las ventanas y encontrado  nuevamente la luz, a partir de que no solo era cuestión de identidad, la cuestión es mucho más compleja, a la que se debe dar un nuevo paradigma, real y vivible, la misma que es la recuperación de la República de Bolivia, pero con calidad federativa, no hay otra.


Ojo!!!, Simplitud, no confundir MNR con Victor Paz Estensoro, este supo hacer su instrumento para el logro de sus utopías, ahora el MNR, no tiene ninguna utopía ni ningún estadista.