Al parecer no es el lucro lo que
uno busca, sino la satisfacción más básica y elemental que tiene todo ser vivo,
en este planeta llamado tierra, el consumismo, consumir energías alimenticias,
consumir tecnología, consumir servicios básicos, consumir productos chatarra,
consumir chatarra literaria, consumir programas enlatados, consumir piraterías,
consumir, consumir…consumir.
Todo esto nos está llevando cada
vez más a un retroceso humano, lo peor del caso, que este proceso en el que nos
encontramos, está induciendo a encontrar una alta violencia cifrada no en la
alta carestía, ya el tiempo de los buenos ladrones paso, ahora la delincuencia
abunda por doquier, no importa matar al congénere, al amigo, al hermano a fin
de satisfacer el vicio del consumismo, se mata hasta por un artefacto que no
cuesta más de 100 dólares, el cual en el mercado negro se vende en menos del
10% ni diez dólares, haciendo efímero el esfuerzo y generando aún mas, una
mayor bronca y violencia en el frustrado en su próximo cometido.
Los sicarios, abundan en el día,
estos se encuentran al servicio del que odia, o del que busca una prevenda aún
mayor, o una simple la satisfacción egoísta, incapaz de ser solucionado por la
vía del diálogo, ya que el litigio cuesta más que lo acordado, y si se aplica
esta resulta siendo aún más caro en tiempo y dinero, en una intervención de
litigantes que generan más odio y discordia, factor este que finalmente
coadyuva a la mano armada, o servicio de sicario, o simplemente el de matar,
así de simple ahora se constituye la palabra después, de digerirnos
constantemente a través de la tele, y sus programas altamente obscenas, que ya
se nos vuelve normal, y hasta requerimos de más.
Matar delincuencialmente es lo
más fácil, simplemente agarras un arma contundente, esperas a la victima
sorprendida (no vale cuando no hay sorpresa ya que le encuentras sin defensa
alguna) y arteramente sin que siquiera se dé cuenta le asestas el golpe y
muere, así de cobarde es la situación, así de cobarde es quien mata, quién
buscando la satisfacción de su vicio, daña al buen ser humano, sin importar que
este sea buen padre o buena madre, sin pensar en que este sea un esforzado
ciudadano, sin importar absolutamente anda, para delincuente esto es los de
menos; para esto es preferible la guerra por lo menos en ella sabes que puedes
salir muerto o vivo y sabes que tienes que ir a defender tu vida matando a su
vez al enemigo declarado.
Sabemos de la gula, este fue
considerado anteriormente como un pecado, el mercado actual lo valora, mientras
más gula mejor para el sistema, pero claro las oportunidades de lograr la
adquisición de cualquier producto hoy son mayores que los que podernos comprar
con nuestro salario, el snobismo es el que genera mercado, la moda, la onda, el
comprar el ultimo diseño es la cualidad más admirada por los demás, sin
importar la calidad, es mas esta no importa, lo impersedero es la cualidad
mientras más mejor. La gula nos esta esclavizando.
Hoy este malestar ciudadano que
vivimos de marchas y bloqueos, simplemente son manifestaciones y expresiones
del desequilibrio de las ideologías que defienden la libertad absoluta de los
mercado y la especulación financiera, negando el derecho de control del estado,
como bien lo manifiesta el Papa Francisco.
Hoy por mi, mañana me importa un
rabano por ti, parece ser la lógica!!!